Las brochas son nuestras grandes aliadas en nuestros maquillajes para un acabado perfecto pero, en muchas ocasiones, por olvido o por pereza, las guardamos durante tiempo sin limpiarlas. Y esto puede suponer un riesgo para nuestra salud, ya que las brochas con resto de maquillaje, pueden ser un todo un festín para gérmenes y bacterias.
Hoy te proponemos algunos remedios caseros, sin tóxicos, para dejar tus brochas impolutas. Son fáciles de encontrar en cualquier casa y muy económicos.
Limpiar las brochas de maquillaje con Bicarbonato
El bicarbonato de sodio es una sustancia natural que tiene un gran poder limpiador ya que es un buen blanqueador, combate los malos olores y posee grandes propiedades bactericidas que permiten eliminar los microbios de todo tipo de superficie.
Por eso es un buen remedio casero para la limpieza de nuestras brochas.
Para ello, pon en un recipiente en el que te quepan todas tus brochas un poco de agua, la suficiente para que cubra el pelo por completo pero sin que llegue a tocar el mango, con 2 cucharadas de bicarbonato. Déjalas sumergidas unas 3 horas. Transcurrido este tiempo, acláralas con agua, escúrrelas y ponlas a secar en posición horizontal.
Limpiar las brochas de maquillaje con Alcohol
El alcohol tiene una potente acción antimicrobiana y es uno de los mejores desinfectantes que existen.
Para limpiar tus brochas será suficiente con sumergirlas en una solución de tres partes de alcohol por una de agua. Pasado este tiempo, procederemos de la misma forma que con el bicarbonato.
Limpiar las brochas de maquillaje con Jabón neutro
El jabón neutro también nos puede servir para limpiar nuestras brochas, echando unas gotitas en la brocha y frotando con la ayuda de un poco de agua.
Mi consejo es que utilices cada vez un método distinto, así conseguirás una limpieza y desinfección perfecta. Si utilizas tus brochas a diario, límpialas al menos cada 15 días para tenerlas en perfectas condiciones.
Y recuerda:
- Para secarlas, siempre debes ponerlas en posición horizontal para que el pelo no se deforme, encima de un papel absorbente o un trapo seco y limpio.
- No sumerjas la parte de unión con el mango para que no se despegue.
